Ahora sí

Parece que ya empiezo a entender, las cosas importantes aquí, son las que están detrás de la piel. Con esa frase, Fito quería expresar su opinión por los tatuajes; o no…

Nah, lo que quería decir es que ahora sí voy a la moda. Primero me puse gafas de pasta, luego me dejé barba, más tarde me compré un iPhone y ahora soy hijo de padres separados. Vamos, lo normal. Aunque muy normal no soy. Sólo deciros que en 9 meses que llevo viviendo solo, sólo he comido una vez McDonald’s.

Vaya con la ola de calor, eh. Todos tenemos al típico amigo que dice que está de puta madre. El típico amigo que tiene aire acondicionado en casa, en el trabajo, en el coche e incluso en el móvil. Yo aparco el coche en la puerta del trabajo y le da el Sol durante todo el día. Esta semana, me subía a él y marcaba 40ºC (era raro, porque yo no lo notaba inclinado), eso sí, una vez arrancaba y circulaba la temperatura bajaba y se quedaba entorno a los 38,5ºC. Como la típica rebaja de 4,99 a 4,95 que nos hace comprar ese producto sí o sí… ¿no?

Menos mal que tengo sangre andaluza que me ayuda a combatir estas temperaturas. La tengo en la nevera, en botecitos. No sé si es así como se debe usar, pero a mí me funciona. Cada vez que os diga que he hecho gazpacho… va a ser que no.

Esta semana he visto a mis abuelos, tienen campo y cada dos por tres (sale seis) me dan patatas, aceite, huevos, miel… de todo un poco, vamos. Esta noche he cenado tortilla de patatas y los huevos que me han dado, eran tan pequeños que he tenido que comprobar si los míos estaban en su sitio. La respuesta es afirmativa. Cosa que nunca sabremos si es buena o mala.

No he subido foto y el gran @anjuelzgz me ha dicho una verdad como un castillo, como un castillo de verdad, lo del Mario era peor que ponerle mayonesa a un bocadillo de jamón.

Pero hay una cosa que mi abuelo hace y nunca me brinda; se trata del vino que el mismo elabora. Un caldo que sería más efectivo que ese relámpago que dio vida a Frankenstein. Mejor dicho, al monstruo, que Frankenstein era el médico. Él lo llama vino, pero si se lo pones a la ensalada, no pasa nada. Es más, creo que le daría más alegría que leer este blog. Por favor, no me dejéis de leer. Que llevo unos días que nada más que recibo visitas de bots de Rusia. Con lo que me gustan las visitas de Santander, Málaga, Madrid, Barcelona, Galicia…

Y poco más. Que he escrito esta entrada de una manera muy alocada, como las faldas. Pero creo que me ha quedado algo muy digerible.

Por cierto, el fin de semana pasado, empecé la serie Sense8. De momento me está gustando. No he visto nada parecido y soy informático, he visto muchas cosas. Vale, sí, hablo de porno. See you!

Porque todo empieza cerca del final

Sí, puede que no lo hayas descubierto, pero cuando algo se acaba, otra cosa empieza y ¿sabes qué? Que sea mejor o peor sólo depende de la Merkel. Las cosas como son.

Yo te dejo una canción de un tal Fito, un tío que está empezando en este de la música. «Donde todo empieza», si no te gusta este calvito que toca Rock’n Roll, te recomiendo esta canción. Empieza siendo muy plana, hasta que toca la tecla y la palabra «temazo» se queda corta.

Pues eso, «todo empieza cerca del final» y en dicha canción, lo mejor ese eso, los últimos minutos.

Después de soltar un poquito de rollo, vamos al lío. Que espero no liarme, que si me lío no sé como sacar la entrada adelante, lo que me ha pasado unas (contando el total de entradas del blog) 16 veces. Me refiero a no liarme, metafóricamente hablando, que físicamente no es nada agradable. Y si hay que liarse… (carita picarona que mira hacía el lado) uno mira en Google cómo se hace y punto.

En el primer párrafo he citado a Angela Merkel, hoy la he oído en la radio y no me extraña que Tsipras no quiera hacerle caso, es imposible entender lo que dice esa mujer. Habla como raro, no sé.

Hablando del presidente de Grecia. Tengo una amiga (que trabaja en RTVE. Saluda a la cámara, Rosa) que me ha dicho que el mismo ha llamado a Rajoy para pedirle un favor. El bueno de Alexis, ha tenido una idea, ya que no le va muy bien en su actual puesto de trabajo. Se ha puesto en contacto con Mariano para ver si éste le pone como presentador en «Cifras y Letras». Eso sí, el programa pasaría a llamarse «Tsipras y Letras». Pero vamos, que si ahora Doowap se llama Weikis y si nos cambiaron a la tía de Will Smith en el Príncipe de Bel Air, no creo que por esto se vaya a acabar el mundo. Hacer enfadar a Jordi Hurtado ya es otra cosa. Aunque su finiquito tendría que tener tantos ceros, que acabaría con la deuda griega. Madre mía, acabo de dar con la solución.

Seguro que Mariano y Alexis ya tiene un acuerdo tácito. De esos que se sellan con una partida de… (haz clic, anda). Para que el acuerdo sea efectivo, tienen que ser los más finos, que el Mastertazo jugaba en otra liga.

El fin de semana pasado volví a Instagram (me puedes seguir en @albertocuadrado). Lo cerré y borré muchas fotos. La verdad, ahora me arrepiento de haberlo hecho. Lo volví a abrir porque el otro día una persona me enseñó el suyo y pensé «joder, yo también quiere tener un sitio con mis fotos». Pues eso.

Como en los buenos programas de radio, voy a dar las gracias. Hoy son para dos «Davids» o «Davides», si una de las dos formas no es correcta, lo será dentro de pronto. Después de lo de «almóndiga»…

Uno es @dlayd, un tío que siempre está de buenas, que ve una oportunidad en cada segundo y que no le tiembla nada si tiene que hacer lo que sea. Él no lo sabe, pero una parte de lo que soy o de lo que quiero ser, no existiría de no haberle conocido. Odio las frases con más de una negación, perdón.

Otro es @enelvial, si ese es su verdadero user, claro, que el tío lo cambia de vez en cuando, pero siempre me pregunta si lo veo bien o qué. Hablamos poco, pero cada vez que lo hacemos, es como si de un amigo de barrio se tratase, hay buen rollo porque sí y eso es algo muy raro, es más del Madrid que Casillas (abro paraguas).

Ah, por cierto, ambos piensan que soy un crack de la informática. Ni idea tienen de lo que me cuesta aparentarlo. Pero oye, en esto estoy.

Pues hasta aquí y recordad, todo empieza cerca del final.

Que me lo expliquen, o no…

Acabo de vaciar el buzón, no tengo llave y lo hago con una varilla, que creo que también serviría para robar coches, pero aún no lo he intentado, en serio. Hoy me ha visto una vecina y sólo me ha dicho una cosa «¿dejo abierto»?. Vamos que le ha parecido de lo más normal, lo mismo ella también lo hace.

Lo que me ha extrañado, es que en mi buzón no había ni una sola carta de fan y eso es algo muy muy raro, ya que llevo algo más de dos meses con el blog. No sé, lo mismo hay un error en Correos.

Debe ser el mismo error que hace que últimamente sólo reciba mensajes de la teleoperadora, muy maja por cierto y de la familia, vamos, de mi hermana. Hay muchos virus en las apps y seguro que he cogido uno. A @Taquichuela le pasó.

Como he puesto en «tuira» hace nada, he perdido mis notas para la próxima entrada, ésta, así que una vez más estoy improvisando. No sé si cortarme las uñas o comprarme una guitarra. Seguro que Paco de Lucía se encontró en la misma tesitura. La diferencia es que yo me las voy a cortar.

Ayer hizo 13 años que no me subo a un avión, fue un 21 de junio de 2002 y era la vuelta del viaje de fin de curso, a Mallorca, un clásico. Ese vuelo fue genial, Mallorca – Barcelona, 20 minutos (?) y hasta me dormí. Mucha gente dice que tengo ese miedo superado y la verdad, aquel vuelo fue genial. Aún así, no me he atrevido a subirme a otro. En 2013/2014 estuve a punto de dar el paso, entraba a las webs de vuelos y los miraba como si fuese a coger uno. Pero al final nada. En el verano del año pasado, me prometí coger un avión en menos de un año, me dije eso a mi mismo sobre el mes de agosto y estamos acabando junio… Y ahora me he acordado de este tweet con la genial @Clau_unadebajo.

Lo tengo que hacer. Aunque sea un ida y vuelta.

Ahora vamos al meollo guapo de la entrada, perdón por las más de 300 palabras anteriores y más aún por las que se avecinan.

Hoy hace 13 años del Corea – España, del mundial celebrado en el país de los primeros. Un partido en el que un equipo lo hizo todo bien. Pero no puedo salir victorioso porque no tenía que ser así. La culpa sabemos todos de quién fue, pero nada se puede hacer. También, el día 13 de este mes, fue, quizás, mi día más duro del año. Me enteré de una noticia que ya daba por segura, pero que nada tiene que ver a cuando te la confirman. El día 13, definitivamente murió lo que nació otro día 13. Me encanta el número 13, por cierto. Un número primo y bastante feo. Seguro que de poder, se dejaba hasta barba.

El otro día me enteré de por qué recuerdo tantas cosas con sus fechas. Cuando te pasa algo importante, el cuerpo, cuerpecito en mi caso, genera dopamina y en ese momento la memoria se vuelve más esponja que el colega que se queda hasta las 6 am en la discoteca.

En definitiva, debemos hacer lo que nos apetezca y una vez lo decidamos, hacerlo lo mejor posible, si no sale bien, que no sea por nosotros. Que le podamos echar la culpa a otro, joer. Y de paso, dejar de buscar explicaciones.

Por si no la has visto aún, te presento la nueva sección de la web: «No te deseo ningún mal». Es maja, lo que se suele decir de esa amiga que quieres encalomar guiño guiño codazo guiño.

PD: No me ha gustado nada esta entrada. Pero como en Master Chef, hay que presentar lo que tienes. Y hoy, soy ésto.

Blanco y en botella

Hola, soy Alberto Cuadrado, tengo 29 años, y  hasta hace unos cuatro o cinco, al oír la expresión que da título a esta entrada yo pensaba «pues vino joder, vino blanco». Cuando me enteré que la respuesta era «leche», me vine un poco abajo, pero como soy bajito y ese es mi hábitat, lo superé. Aunque conté con el apoyo de gente maravillosa que me ayudó a salir de ese infierno. A todos vosotros os debo una copita de vino o un vaso de leche, a vuestra elección queda.

Hay veces que se nos mete algo en la cabeza y no hay manera de sacarlo; una idea, una canción, un amor, cerumen… El truco está en no desesperar y saber qué es lo que uno quiere y luego actuar, es decir, coger un bastoncillo. Aunque yo soy de limpiarlo con papel, que más de una vez he hecho como cuando Homer se metió lápices de colores por la nariz y no, no es divertido.

No, en serio, sea lo que sea que está en tu cabeza, dejará de estarlo. Pero antes debe(mo)s saber si eso lo quieres o no. Hasta Homer lo pensó.

Se dice que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Pero es obvio que el/la iluminado/a que dijo esa afirmación no tenía microondas. Tú sacas algo del microondas, líquido el 98% de las veces, con el plato tan lleno que no cabe ni un suspiro y tan caliente como el chico de gafas en el viaje de fin de curso* y el trayecto hasta la mesa te parece más largo que una película de sábado tarde de Antena 3. Por cierto, me encanta jugar a inventarme títulos de esas películas, por ejemplo: «Noches de septiembre» o «Amor a traición». Siempre gano cuando juego a ese juego (qué asco de frase). Siempre juego sólo. Por favor, jugad conmigo.

Hablando de la TV, la gente se preocupa y dice que engorda, pero ¿qué problema hay? hoy en día las teles son mega finas, vamos, que si engordan un poco, que no pasa nada, que caben de sobra. Si me dijeras con las de antaño vale, pero ahora me parece un poco feo y más con el cuidado que hay que tener con estas cosas de la imagen personal y los complejos.

Intentaré no tardar tanto en volver a escribir, pero como podéis ver, he estado haciendo cambios en la web www.albertocuadrado.es y no me da el tiempo para todo. Me falta por poner varias cosas, de momento podéis echarle un ojo a mi «palabrería» o «muy fan de«. Prometo devolveros todas vuestras unidades de visión. A no ser que sean nocturnas, claro.

Una vez más, gracias por leerme y otra vez más, gracias a @lauralofer por darme el empujón que me hacía falta.

PD: Había puesto una «PD», pero no aportaba nada y me he acordado de:

Hay que aplicarse el cuento.

*NdA: en el viaje de fin de curso aún no llevaba gafas, además, me dio una lipotimia en el avión y estuve renqueante toda la semana. Seguiremos informando.

(Título no encontrado)

Es lo que pasa cuando escribes la entrada antes que el título. Perdón.

27/05/2015 Aquí estoy, escribiendo y ¿sabéis qué está en marcha mientras tanto? Correcto, la lavadora. Tengo una habilidad especial para hacer estas dos cosas a la vez. Lo mismo esto es como el gas y la Coca Cola, el fútbol y el césped o el desamor y la informática. Who knows.

Mi mentora, @lauralofer, me envío un enlace para estar siempre inspirado y tener de qué hablar (escribir), pero yo sigo empeñado en hacerlo a pelo, ya que se me está cayendo… Lo de hablar, subir vídeos a Youtube, sigue en mi cabeza, pero aún no hago nada potable. Cómo si lo de escribir se me diese bien.

He pensado una nueva categoría de entradas. Creo que os va a gustar y al final acabaréis no leyendo las de este tipo. Como ver el telediario sólo por la previsión meteorológica, vamos. Cosa que no tiene porque ser algo malo.

Hoy he visto el primer episodio de Verano Azul, sí, ésa. Siempre he ido tarde en todo. Menos en llegar a los sitios. Nací con el don (Draper) de la puntualidad. Se puede sin ser inglés, flipa.

28/05/2915 Un día después, aquí estoy. Es que me dio el partido del Sevilla y yo, sevillista desde pequeño… ¿Cuela? Qué va a colar. Aunque podría ser verdad, aún soy pequeño, podría serlo desde ayer y no estaría mintiendo.

El sábado que viene es la final de la Champions y el sábado que viene tengo una comunión. Debe ser la única comunión que se celebra por la noche. El destino me tenía esta guardada desde aquella vez que no quedé con una chica por ver un Arsenal – Oporto. En serio, después me pregunto porqué no me salen las cosas como quiero. Pero si es que soy mi mayor enemigo. Soy mi propio Mark Lenders, mi propio Freezer (congelador), mi propio Lex Luthor. Pero también soy muy Bruce Harper. Cosa que me tranquiliza.

Ah, lo de la comunión, cuando diga que siempre hago lo que me apetece, debéis recordarme que no vi la final de la Champions 2015, en la que jugaba (uno de) mi(s) equipo(s).

Hoy he visto el segundo episodio de Verano Azul. ¿Que por qué la veo? Tiene su explicación. Me gusta ver series mientras como, pero si veo The Big Bang Theory, Game of Thrones o cualquier otra, en inglés con subtítulos, pues no me entero de nada. Eso, sumado a que Verano Azul es algo que hay que haber visto, me ha llevado a esa decisión y que son muy pocos epi[Na]s. Episodios, vamos.

Sodio = Na. No, en serio ¿Por qué me seguís leyendo? Vais a acabar con tan lío mental que podríais ser el protagonista de Los renglones torcidos de Dios o Alguien voló sobre el nido del cuco. El libro me lo recomendó la genial @kayskarpetta. También me recomendó el que desde entonces es mi libro favorito, El Psicoanalista. Os invito a leer ambos, que invitar a leer es gratis y yo soy catalán. Aunque soy un catalán raro, aunque de haber nacido en Madrid, por ejemplo, hubiera sido un madrileño raro. Así que la culpa no va a ser de lo la geografía. Aunque lo de echar la culpa a algo/alguien que no puede defenderse, mola mucho.

Y hasta aquí, espero que estéis viendo o hayáis visto Malditos Bastardos, en La 1.

Alegría, tortilla, Rocky y héroes

Que la alegría es como una bolsa de golosinas, que no es eterna, que se termina. Eso dice Estopa y es más cierto, que la gente se te pega en la cola del súper más que ese ciclista rechoncho que no puede ni con la barrita energética.

Y menos mal que se termina, porque así podemos volver a buscarla y quien busca encuentra. Aunque para encontrar las cosas que de verdad queremos, no tenemos que buscar. Me pasa cuando pierdo las tijeras, es que las uso para todo.

Hoy he comprado una nueva pasta de dientes y desde que la tengo, muero de ganas de comer para luego tener que usarla. 

Hoy no he tenido un buen día, no os voy a engañar. No engaño desde el verano de 2003, cuando dije que mi sabor de helado favorito era el de limón y no. Por aquel entonces era el de vainilla, cosa que ya no es así. El de chocolate ocupa el primer lugar y me temo que el segundo, también.

Lo bueno de los días malos, es que se acaban. Se lo digo a todo el mundo cuando me dicen que su día no está siendo muy boyante. «Boyante», de verdad ¿quién inventó esa palabra? Más bien ¿quién le puso ese significado? De haber sido por mí, hubiera significado «persona no muy diestra en la conducción, que provoca muchos bollos». Si seguís leyendo este post, es que me queréis. Mucho.

Pues eso, me he aplicado el cuento, algo que ahora hago bastante a menudo.

Intento dar consejos a mis amigos para que las cosas les vayan mejor. Recomendaciones que sé que les van a ir bien. Como por ejemplo, no echarle ketchup a la tortilla. Uno de mis mejores amigos lo hace, su excusa es «son patatas fritas con huevo». Parte de razón tiene, pero echarle salsa, por mucho que te lo pida el cuerpo o incluso Gloria Estefan, a esto, debería estar penado, al menos, igual que lo de las preferentes de Bankia. Es con espárragos, por cierto.

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Acabo de poner la lavadora, no sé cómo lo hago, que cada vez que escribo, la pongo o a la inversa. Esto va a ser como lo del «huevo o la gallina». Sí sí, lo de que hay que comer 3 huevos por semana y coger una gallina corriendo tras ella. Como hacía Rocky en su entrenamiento. Y si Rocky lo hacía, por algo era.

Por si no lo habéis visto… ¿veis? que yo no miento 🙂

Volviendo al tema de la lavadora. Estoy seguro que la diseñó el/la mismo/a ingeniero/a (he tenido que buscar en Google si tenía femenino) que se encargó de calcular el tiempo en Windows. Es que cuando pone que queda un minuto, podría, tranquilamente, dar un paseo, preparar la cena y escribir un post ¡¡tachán!!

Y hasta aquí. Hoy, una vez más, he sido mi Súper Héroe. No ha sido un día bueno, no. Pero ya está arreglado. Sé tu héroe. Te lo mereces.

De funcionario y cosas de amor (?)

– Hola, ¿de qué trabajas?

– Soy funcionario.

– No, en serio ¿Qué te pasa?

Si me dieran un € por cada vez que me han dado esa respuesta a esa pregunta, tendría exactamente el mismo dinero, la verdad. Pero es una frase que está en la calle y que jamás entenderé.

Es como si preguntas «¿Qué has comido hoy?» y te contestan «hidratos de carbono». Vale, que no quita que sea cierto, pero ya podrían decir «me avergüenzo y prefiero mantener el secreto».

Seguro que esa gente es la misma que usa el «pero bueno». La coletilla perfecta para maquillar una desgracia.

– Hola, ¿de qué trabajas?

– Soy funcionario; pero bueno…

– No, en serio ¿QUÉ TE PASA?

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Lo siento, de verdad

06/05/2015 No por haber estado más de una semana sin escribir, sino por volver a hacerlo. Están siendo unos días de muchas cosas. Fútbol, motos, escapadas, amigos… ¡Incluso tengo que ir a renovar el DNI! Sin duda, lo más emocionante de lo que va de 2015.

Para renovar el DNI, hay que llevar una foto de carné, solo una, pero claro, en ningún sitio te hacen solamente una foto. Vamos, que tengo cuatro tamaño carné y dos más grandes. Estando soltero y mosca con media familia, creo que no tengo más opciones que repartir las fotos sobrantes entre mis fans.

Faltan 15 minutos para que empiece el partido de Champions y viene una chica, bastante guapa a casa, a verlo. Dejo la entrada en pausa.

07/05/2015 Vuelvo a retomar esto. Ya tengo el DNI renovado y para alguien tan legal como yo, es un alivio. Por cierto, estoy mejor cinco años después (?)

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Otro punto de vista

En una de mis primeras entradas (me hago el interesante, de momento todas son «mis primeras entradas») cité al Club de los poetas muertos. LA ESCENA de la peli, es esa en la que el profesor pide a los alumnos, que para tener otra visión, hay que cambiar el punto de vista, por eso, les pide que se suban a sus mesas.

Ahora que os he puesto en situación, si os dicen la palabra «enervar», ¿en qué pensáis? ¿En ponerse nervioso o en estar en ese sitio donde te ponen una caña y unas patatitas…? «enervar… enelbar», no en serio, no sé cómo me seguís leyendo.

Lo de intentar ponerme en el punto de vista de los demás, lo suelo hacer cuando la gente no me conoce y no me trata como es debido. Por ejemplo, voy por la calle, me tropiezo y molesto a una persona, puede que me mire como cíclope sin ese visor tan molón. En ese momento pienso «ojo, lo mismo está pasando por el peor momento de su vida» entonces le perdono. Otra cosa, es que te cruces cada día con la misma gente mientras paseas a los perros y la respuesta a tu saludo sea un tenue sonido de brisa marina (vivo a 50 km del mar).

Hablando del mar, es curioso, siempre he vivido en Barcelona, menos casi un año en Logroño, a los 12 años, siempre he tenido la playa «a tocar», pero nunca he sido fan de ella. Es ahora cuando más me gusta, cuando más lejos la tengo. Eso sí, me gusta fuera de la temporada estival. Calor + tumulto, no es lo mío. Pero bueno, creo que mi recuerdo reciente de playa en invierno está idealizado, así que no me hagáis mucho caso.

No sé qué pasa últimamente, que casi  sólo hablo con extremeños en Twitter, son tres, muy diferentes, pero a cual más guay/majo. Va, os los presento @torres13aac, @Uve__ y @FlorFlis (saludad chicos, que está feo no hacerlo). Así, a grandes rasgos, el primero es un enfermo del fútbol que ve partidos de la segunda división austríaca. La segunda, que me ha enviado unas galletas deliciosas, casi lo mismo pero con las series y libros y la tercera, puede oler la Nutella a km. Os recomiendo follow. Son muy diferentes, pero tienen algo en común. SIEMPRE tenemos unas conversiones cool (cool de guay, no de frío), seguro que tienes sus problemas, como todos, pero no dejan que sean protagonistas y los saben aparcar, o eso parece.

Volvamos al título del post, lo que de verdad quería comentar. Esta semana me he dado cuenta de que me he hecho mayor. Cuando voy por la calle, he dejado de mirar al sector femenino y me fijo más en el masculino… ¿En el pelo! ¿Por qué no se le cae a todos? No es justo. Sí amigas/os, se me está cayendo el pelo. Pero para compensar, me está saliendo más en el pecho, así que puedo estar tranquilo… o no.

EDITADO 29/06/2015

Ayer grabé este vídeo, que demuestra perfectamente el sentir de la entrada.

Un vídeo publicado por Alberto Cuadrado (@albertocuadrado) el

Una llamada lo cambia todo

No quería convertir este blog en dominical, pero parece que el destino es lo que quiere. Sí, creo en el destino.

El miércoles tuve revisión médica y lo que me daba más pereza que ver una película vietnamita de cuatro horas, se convirtió en algo de lo más divertido y es que conmigo, nada puedes dar nunca por seguro. Menos si tengo seguro, que sí.

La visita dio para muchas cosas. Una de ellas fue enterarme que tengo una pierna más larga que la otra, la que estáis pensando no; la derecha. Yo ya lo intuía, pero cuando te lo dice otra persona, te lo crees más.

Otra fue la prueba de la vista, tenía que decir los colores que veía en la pizarra luminosa, en ese momento estaba hablando catalán y cuando llegué al color rojo, me quedé callado. La enfermera pensaría que no lo veía, pero mi cabeza decía que estaba viendo el color «red» y no era capaz de decir «vermell», pero claro, ¿como le decía a la enfermera que mi mente piensa en inglés? Lo peor, es que pensando «red» me acordé de una de las protas de Orange is the New Black.

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