Y me compré un patinete

Y fui a Zaragoza. Y me compré «Asesinato en el Orient Express». Y vi la trilogía de Indiana Jones. No son grandes cosas, o puede que sí, pero son cosas que quería hacer desde hacía tiempo.

Basta de buscar el momento idóneo para todo. Y por eso…

Una cosa os tengo que decir: me vais a ver menos por aquí. Y es que tengo una cosa en mente. Bueno, tengo más de una. Pero esta choca un poco con escribir en el blog. Estoy escribiendo otra cosa.

Empecé el sábado noche. No sé si fui el calor, que estoy muy solo (qué pesao soy con esto) o qué. Mi idea era casi acabarla esa misma noche, pero me fue imposible. Cuanto más pensaba, más se liaba la cosa.

No sé si será un relato, un libro, el guión de un cómic o un «.doc» que se queda dando vueltas años y años por el escritorio. Pero sí sé que lo quiero hacer.

Lo mismo me pongo frente al PC y escribo, escribo y escribo y cuando lleve 20 páginas, lo rompo. Aunque para eso, antes debería imprimirlo…

En fin, que no sé cómo acabará la cosa, si es que acaba. Pero sí sé que lo quiero hacer. Y si se queda a medías, pues no pasa nada.

Eso sí, lo siento por todo el mundo. Con lo pesado que soy con lo de «tengo un blog», lo de «estoy escribiendo algo» me da para un buen rato.

Ah, que lo he dicho como si nada. ¡Que me fui a Zaragoza! Esta vez fue mucho mejor que la anterior. Pero mucho.

Esta vez la meta no era llegar. Esta vez era emprender el camino y en el momento de sufrir una crisis, gestionarla. Si la superaba, podía volver a casa. Aunque llevase 30 km de viaje. La crisis me llegó en La Puebla de Alfindén. A nada de Zaragoza. Allí me salí de la autopista. Allí hice lo que tenía que hacer. Y allí superé la crisis.

Podía haber vuelto. Ya había sido un éxito. Pero quería ir a Zaragoza. Quería hacer fotos. Y…

¿Nada mal para alguien que se llevó la cámara sin tarjeta de memoría, no? Sí, eso es lo que pasó. Voy a Zaragoza a hacer fotos y no compruebo ni eso. Pero me vino bien. Así conocí un poco más el centro de la ciudad buscando dónde poder hacerme con una.

Y lo del patinete. Me lo he comprado y lo he usado y todo. He ido al trabajo dos veces. Y las dos veces casi me atropellan.

Indiana Jones debería haber ido en patinete, eso sí que hubiese sido una auténtica aventura. Y no pelear contra los nazis. Puede que lo de los nazis sea una pista parHASTA AQUÍ PUEDO LEER/ESCRIBIR.

Publicado por

Alberto Cuadrado

Buenas noches (o lo qué sea), bienvenidos, gracias por estar aquí.

6 thoughts on “Y me compré un patinete”

  1. Bravo por el viaje y el patinete, hay que cuidar el medio ambiente y oye, ahorras gasolina. Eso sí, ve por la sombra porque se te van a derretir las ruedas. A seguir escribiendo, es una experiencia maravillosa 🙂

    1. Cuando he leído «Bravo» he pensado en «Nino». Así está mi cabeza. Las ruedas resisten, son las que llevó Frodo camino a Mordor. O eso quiero pensar. A ver si no me rajo y consigo acabarlo. Aunque sea cortito 🙂

  2. A raiz de tu respuesta anterior lo importante no es acabarlo, es empezarlo y disfrutar de cada uno de los momentos que dedicas a escribir, ya sea cuando piensas lo que vas a escribir, cuando tecleas o cuando relees lo escrito. Eso es lo verdaderamente importante, el camino ya sea de la vida o de cosas que hacemos, el destino o el final nunca es lo verdaderamente importante.
    Estoy MUY orgullosa y contenta porque sé lo que cuesta enfrentarse a los miedos y tú los estas cogiendo por los cuernos y metiéndoles una patada en sus partes bajas (no quiero que me censuren por lenguaje soez )
    Tú sigue dedicándote a hacer lo que te apetece que serás mucho más feliz que los que hacen lo que deben, aunque sea solo (tienes a Paz y a Luz que te acompañan en este camino que hará que un día estés preparado para compartir tu vida con una persona tan maravillosa como tú)

Responder a Flor Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *