Diario de un agorafóbico. No-ficción.

He ido a Barcelona. También a Girona. Zaragoza y Jaca también me han visto pasear por sus calles.

Medios de transporte, como el metro y el tren también han contado con mi presencia.

Las tiendas han vuelto a abrirme sus puertas. Cosa no difícil, ya que hoy en día todas son automáticas.

El cine y las librerías han vuelto a verme disfrutar. No me habían echado de menos porque no habían dejado de recibir mis visitas; pero no todos mis sentidos estaban allí.

El peluquero, el alérgico a la gomina, ha vuelto a verme con cierta asiduidad.

Ese imposible que era una boda, tampoco pudo conmigo. Y le puse un par de lacitos con sendas comuniones.

Me he vuelto a tatuar. El total ya llega a 17. Y sumando. Uno de los últimos se trata de un avión. La punta del iceberg.

He vuelto a redecorar mi vida. Los pasillos de IKEA han vuelto a contar con mis «esto creo que me cabe en el coche».

IKEA. El día que fui me tiré a la piscina. Como aquella vez. Y tras conseguirlo, lloré. Mucho. Como aquella vez.

Creo que las dos veces que más he llorado en mi vida han sido de alegría. Y digo «creo» porque sigo dudando de todo. Menos de mí.

Y es que durante esta etapa de mierda, me he dado cuenta de que soy mucho más inteligente de lo que siempre había creído. Y también mucho más fuerte.

Puedo parecer pedante, pero es la verdad. Es muy complicado estar en un sitio, querer salir corriendo y pensar que si lo haces, será peor. Obvio que he necesitado ayuda. Y la sigo necesitando. Pero el que rema soy yo.

Varias personas me han hecho una pregunta cuya respuesta yo creía clara, pero obviamente no lo era; se trata de «¿cómo te diste cuenta de que tenías ese miedo?». Yo simplemente respondo, que cuando no puedes hacer cosas que has hecho durante toda tu vida, es que algo pasa.

Me he dado cuenta de que soy mejor persona de lo que creía. Porque cuando me topo con un psicólogo de Mercadona, esos que tienen remedio para todo, no exploto, simplemente digo algo así como «bueno, cada persona es un mundo y blablabla». Y es que yo sí sé lo que tengo que hacer. Sé que puedo hacerlo todo, solo que, quizá, no sea mañana.

[Alberto, estás yendo muy de guay. Explícalo todo]

Pero no todo es bonito y buen rollo.

Para poder disfrutar de Zaragoza tuve que intentarlo dos veces. En la primera no llegué y en la segunda ni me bajé del coche.

Aún tengo ese momento, cada semana o cada dos, de «voy a tirar el ajuar de boda que nunca tendré, porque esto no lo voy a conseguir dejar atrás». Pero también es verdad que se me pasa rápido.

Este martes tuve un bajón. Quiero ir a una ciudad. En avión. Tengo ganas de ir a hacer fotos y de conocer a un par de personas. Tuve ese bajón porque aún no puedo ir. Pero podré. Antes de lo que creo. Será como lo de IKEA. Pero sin velas.

Queda un día menos para (volver a) subirme a un avión. Queda un día menos para todo.

No sé cerrar las entradas en las que me pongo serio. Así que hasta…

 

Publicado por

Alberto Cuadrado

Buenas noches (o lo qué sea), bienvenidos, gracias por estar aquí.

4 thoughts on “Diario de un agorafóbico. No-ficción.”

  1. Alberto siempre te repito lo mismo y puede que creas que lo hago para hacerte la pelota (como se decía en mi época) o para quedar bien pero NO
    Las ganas que le pones, el esfuerzo que haces cada día para estar mejor eso solo lo sabes tú , los que también tenemos problemas psicológicos podemos hacernos una idea de como lo estas pasando, del esfuerzo que estás poniendo para lograr tus logros, la frustración de cuando no puedes aunque quieras y la alegría cuando consigues algo que has estado intentando varias veces
    Estoy orgullosa de ti por todo lo que has conseguido en tan poco tiempo, y te admiro SI te admiro y muchas veces cuando creo que no puedo pienso en ti: si Alberto lo está logrando yo también puedo luchar para conseguirlo
    Así que no menosprecies lo que has conseguido y no quieras correr que ya te montaras en ese avión y si la primera vez te tienes que bajar, no será un fracaso será un primer paso para el siguiente éxito
    Ojalá yo fuera capaz de enfrentarme como a tu a mis problemas pero a mi me cuesta más pero pasan los años y lo sigo intentando y me alegro por mis pequeños logros y cuando fracaso pienso que a lo mejor a la próxima o la siguiente tendré éxito Y si lo reconozco también hay días en los que todo se me cae encima como una losa de hormigón y pienso que nunca saldré adelante…
    Alberto sigue adelante que vas muy bien y sabemos que vas a conseguir todo eso que quieres y que has dejado de lado los últimos años
    ERES UN CAMPEÓN… lo mires como lo mires

  2. Lo que has hecho es muy grande. Admiro y envidio tu voluntad. Me alegro que te hayas dado cuenta de cosas de ti mismo que otros ya sabiamos.
    Enhorabuena por todos tus logros. Ahora sabes que puedes, todo es cuestión de tiempo y paciencia.

  3. Te das cuenta que esta entrada es del 15 de septiembre y al cabo de 45 días más o menos ya viajaste en avión ?
    Eso no te dice nada? Porque a mi mucho de como eres y de los que le estás poniendo
    Sigue así que conseguirás todo lo que te propongas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *