1 año y 2 historias

Ayer este blog cumplió un año y nadie me ha dicho nada. Y me alegro, porque si alguien lo hubiese hecho, me hubiese asustado más que cuando sonó el teléfono tras ver aquella peli en la que la gente que descolgaba uno, moría. Aquella de la mujer y el pozo. El pozo de agua, no la marca de embutidos. Ya me estoy liando.

Tengo un par de historias que contaros. Son tan recientes que aún están un poco calientes. Vamos con la primera, la que no es una historia de amor. Así os mantengo con la intriga. Aunque podéis hacer un poco más de scroll, y ya, que esto no es el cine, de momento…

El fin de semana pasado, fui a casa de mis abuelos. Es una casa muy grande, con parcela suficiente para montar en bici y esas cosas. Por ese motivo, cuando era un infante (infante de niño, tenía pánico a hacer la mili. El día que me enteré que no tenía que ir… ay ese día) no salía de allí.

Sigamos, ese día, fui con mi padre y abuelo, a pie, a la otra punta de la urbanización. Llevo más de 20 años yendo por allí y jamás había pasado del cruce siguiente a la casa de mis abuelos. Todo me parecía nuevo, era como estar de viaje. Todo tan conocido y todo tan extraño. Como la nevera de otro, no hay (casi) nada que no haya visto uno antes, pero… Mis otros abuelos, tenían otra casa, en otra urbanización, aquella no tenía terreno para montar en bici, por lo que me conocía todo el pueblo. Creo que ya habéis captado lo que pretendo dar a entender. Las comodidades de la jaula y demás.

La otra historia, pasó un día antes. Fui a comer con mi madre y abuela, son dos personas diferentes, no es que mi madre sea mi abuela, entonces yo sería… bueno, sería el mismo desgraciado que está escribiendo esto un sábado a las 2 y pico de la tarde. A estas 2, no a la que son las 3. En fin, que me pierdo.

Llegué a casa de mi abuela y se preparaban para salir a comprar el pan, me pude haber quedado en casa y esperar, pero decidí ir con ellas. Es el barrio donde me crié y de tanto en tanto me hace gracia recorrer sus calles y ver como todo comercio de antaño, hoy en día se venden refrescos que jamás vi anteriormente. Entramos en la panadería, la panadería en la que entré millones de veces, mi madre trabajó allí y mi colegio está pared con pared. Bueno, pared con pared, techo, escaleras… era un colegio bastante completo, las cosas como son.

Al entrar en la panadería, mi sentido arácnido se activó y tras unas gafas de pasta negra, vi unos ojos del mismo color que se clavaron en los míos. Me enamoré tanto como cuando toqué una tablet por primera vez. Tras unos instantes de más tensión que [insertar aquí algo jocoso], nos fuimos, pero yo ya no podía pensar en otra cosa que en el croissant de chocolate que llevaba en la bolsa ella.

Una hora después, envié a mi madre (soy un cutre, pero eso es algo que todos sabemos), con mi teléfono apuntado en un pos-it, acompañado de mi nombre y una carita sonriente, a la panadería para que se lo hiciese llegar. Se lo dio, pero antes ella le dio el suyo para mí.

Al cabo de un par de horas le escribí.

Tardó otras tantas en contestar.

Una diferencia insalvable de edad.

Y ya.

(Buah, tengo que escribir más cosas así)

La segunda mejor historia de amor de mi vida. ¿Lo mejor? Que ese día pensaba que no iba a ocurrir nada. Como ayer, como mañana. (Hoy sí, que hoy hay Barça – Madrid).

Ayer también hizo un año que conocí, bueno, más bien que hice follow a @Clau_unadebajo, una de las mejores personas que Twister ha cruzado conmigo.

Ayer también hizo un año que @lauralofer entró en mi web y me dijo «muy original, deberías meterle un blog». Ya le he dado las gracias por Twitter y no me quiero repetir, que no soy un vaso de gazpacho.

Ahora es cuando llegan los agradecimientos, los principales tienen que ser para @FlorFlis y @crivicris, por la de comentarios que han dejado aquí en este año. Y los secundarios son para mí, porque sí.

Publicado por

Alberto Cuadrado

Buenas noches (o lo qué sea), bienvenidos, gracias por estar aquí.

7 thoughts on “1 año y 2 historias”

      1. A ver, centrémonos. ¿Qué tiene 18/20? Yo creo que la edad es lo de menos si os gustáis, además en 2025 seguirá habiendo la misma diferencia. No pongas pegas al amor tío.

          1. No seas bobo. Si habéis hablado y hay conexión adelante. ¡¡No la dejes escapar!!

  1. Uy, uy, uy, una entrada tan jugosa y yo dejándola para el final del día (he andado liada), la he leido rápido para ver cómo acababa y yo, que soy de finales felices, me he quedado tal que así 🙁
    Me parece valiente (y no) lo del teléfono y el post-it, valiente porque eso es dar un paso y no porque podías haberlo hecho tú, pero te entiendo, hubiera hecho lo mismo, mandar a alguien jeje.
    No sé si la edad es determinante para enamorarse, quizás no os enamoreis, pero una amistad, ¿por qué no? hoy en día los AMIGOS escasean y nunca se sabe cuando puedes conocer a uno bueno, así que, yo que tú, iría de vez en cuando a la panadería, si no quieres comerte todo lo que compres, me lo mandas, haría el esfuerzo de ayudarte jajaja
    Seguiremos atentos al desarrollo de la historia, porque… ¿no es un «punto final», no? 😉
    Ay, feliz cumpleAÑO del blog jiji

  2. Soy una amiga/seguidora malísima, tú dándome las gracias por mis comentarios y yo llevo una eternidad sin dejar una triste letra, absorbida por los problemas de mi vida Sin preguntarte cómo te va ni nada
    Gracias por acordarte de mí y sigue escribiendo que no sabes lo que me distraes
    Y si me permites opinar olvídate de las diferencias de edad y demás tonterías, lánzate que pocas veces se conecta con alguien como para que desperdicies oportunidades
    Dales un buen abrazo a Paz y a Luz de mi parte
    Para ti un beso bien grande

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *